El pasado fin de semana, 17 y 18
de septiembre, la Banda Sinfónica Ciudad de Baeza, bajo la dirección de su
director, Joaquín Fabrellas, ofreció en el Teatro Montemar de Baeza su nuevo
espectáculo “El Pasodoble Taurino” en dos pases, como viene siendo ya habitual
en todos sus conciertos, dado el interés que la banda despierta entre los
aficionados a la música de la ciudad.
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La Banda Sinfónica Ciudad de Baeza en un momento del concierto |
Con dos llenos hasta la bandera,
el espectáculo, patrocinado por el Excmo. Ayto. de Baeza, contó con la
colaboración de la Escuela Municipal de Danza de Baeza, dirigida por Esther
Borrego, cuyas más destacadas componentes bailaron a los sones de los
pasodobles “Amparito Roca” y “¡¡Churumbelerías!!”, y con varias proyecciones
audiovisuales con referencias históricas, poéticas y artísticas al mundo del
pasodoble y del toro en general, convirtiendo el concierto en algo más que una
simple interpretación de pasodobles encadenados uno tras otro.
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Durante una de las proyecciones del espectáculo |
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Imágenes de la actuación de la Escuela Municipal de Danza de Baeza:
El público asistente pudo
disfrutar, antes de entrar al auditorio, de una esmerada decoración en el hall
del teatro en la que, entre otras cosas, se pudo disfrutar de varios carteles
taurinos, destacando un cartel de la Plaza de Toros de Málaga en el que se
hacía referencia a la mítica banda baezana de “Los 25 Gallos”, de un completo
ajuar de matador de toros y, lo que más éxito tuvo entre el respetable, un
burladero, a modo de photocall, que
lucía en su parte central el emblema de la Banda Sinfónica Ciudad de Baeza y en
el que los asistentes al concierto pudieron fotografiarse.
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Decoración en el hall del teatro |
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Público asistente al concierto en el burladero-photocall |
Tras la interpretación de los más
conocidos pasodobles taurinos, como “Gallito”, “Puerta Grande”, “Agüero”, “El
Gato Montés”, “Ragón Falez” o “La Entrada”, entre muchos otros, en el teatro se
dejaron ver los pañuelos blancos (repartidos al entrar al teatro), a modo de
petición de oreja, y, tras las dos magníficas faenas de la Escuela Municipal de
Danza de Baeza, el público lo reconoció con el lanzamiento de claveles rojos
(también repartidos a la entrada del teatro), convirtiendo, así, el Teatro
Montemar en una improvisada Plaza de Toros en la que el noble arte del toreo
fue sustituido por el, también noble, arte de la música y de la danza. De esta
forma, la Banda Sinfónica Ciudad de Baeza hubo de ofrecer, en ambos pases del
espectáculo, dos bises, deleitando al público fuera de programa con los famosos
pasodobles “Nerva” y “Manolete”.
Con este exitoso espectáculo, en
el que se contó con la colaboración del Círculo Taurino de Baeza y de la
Escuela de Tauromaquia de Baeza, la Banda Sinfónica Ciudad de Baeza reivindica
su lugar en la Feria de Agosto de Baeza y, en especial, su participación en la
Feria Taurina de Agosto, tal y como ocurre en ciudades cercanas como Linares en la que cada tarde de su famosa Feria Taurina es una de las muchas bandas que
hay en la ciudad la que ameniza la lidia, en un gesto de total normalidad de
los responsables municipales hacia sus bandas de música. ¿Por qué no en Baeza?
Recordemos que no ha sido ésta la
primera vez que la banda baezana ha tenido contacto con el mundo del toro. El
pasado mes de mayo y con motivo del I Encuentro Iberoamericano de Capítulos del
Círculo Taurino Amigos de la Dinastía Bienvenida, la Banda Sinfónica Ciudad de
Baeza, de la mano de D. Manuel Torres (importante empresario relacionado con el
mundo del toro, por cuya labor ha sido galardonado, por ejemplo, con el Premio
“Cossío” que otorga la Real Federación Taurina de España) y de D. Juan Lamarca
(Presidente que fuera durante 21 años de la Plaza de Toros de las Ventas),
ofreció un exitoso concierto en Madrid que contó con unas excepcionales
críticas y crónicas procedentes tanto de España como de Venezuela.
De momento, y a la espera de que
la Banda Sinfónica Ciudad de Baeza pueda pisar el albero de la Plaza de Toros
de Baeza, podremos seguir disfrutando de su música en los escenarios, ya que, a
buen seguro, no será la última vez que la banda deleite a su cada vez más
numeroso público con música taurina.
¡Suerte y al toro!