Cuando pensaba que se acababa la música en mi vida, odiaba todo lo referente a una banda, un clarinete...en ese mismo momento insistíste en que luchara por todo ello, me dijiste que no me rindiese, me enseñaste que no todo tenía por qué ser igual... me adentraste en este nuevo proyecto y gracias a tu valentía y a la de todos los que conforman esta banda conseguí salir de ese vacío que me había dejado el abandonar la que hasta ese momento fue la mía...
Con muchísima ilusión vi crecerse en cada ensayo a la BANDA SINFONICA CIUDAD DE BAEZA, unos amantes de la música, unos "locos" que un día decidieron formar parte de la historia musical de Baeza...cosa que quizás algunos pensaron que no llegaría hasta este día: 15 de Marzo de 2009, una presentación magistral de la banda...
Ese mismo día por la mañana a las 8:30 sonaba el despertador del móvil (no tan temprano como el de Abdón, jaja)…con nervios me levanté, llamé a Antonio… ¡qué jaleo! El cuarto de baño ocupado, toda la familia en pie y la mía en camino; pienso que ellos tenían más ilusión que yo… la verdad es que me habían visto pasarlo mal antes, como ya he dicho, y estaban deseando verme reír y disfrutar de nuevo.
Estaba casi todo preparado, los maletines de los clarinetes abajo, el vestido, la ropa recogida para marcharnos tras la comida a Andújar…y entre tanto revuelo llaman a la puerta: mi familia, ¿íbamos tarde o habían venido muy temprano ellos? No lo sabíamos, pero teníamos que bajar ya…
Llegamos al auditorio, allí estaban Abdón, Joaquín, Miguel...todos montando y poniendo cosas (tenían que haber madrugado mucho), los primeros saludos y los nervios ya empiezan a palparse en el ambiente. Van llegando los demás, atriles arriba, maletines abajo, ensayo, “protocolo”, la gente está deseando de entrar (mis padres tenían que estar por allí, si es que no tenían que haber venido tan pronto…). En segundos nos vamos al fondo, salimos a la calle, no se sabe que está pasando al otro lado. Allí unos se hacen fotos para el currículum, otros predicen cómo irá el concierto…pero todos, todos están ilusionadísimos, con una sonrisa radiante.
Es la hora, hay que salir a escena. Recorriendo el pasillo parecíamos un grupo de deportistas a punto de jugar el partido más importante de la temporada, mientras que pienso eso me encuentro al director, nos saluda a todos, nos da ánimos…
En el escenario cada palabra se mezcla en mi cabeza, sólo deseaba escuchar la banda…Sube Joaquín, saluda a cada lado, nos sentamos y ¡allí estábamos! Fidelidad…sonó inmejorable, creo que todos nos dimos cuenta, hasta el público que aplaudió como si nunca hubiese escuchado nada igual.
Al finalizar la primera parte algunos ya empezaban a emocionarse, la segunda parte…me arrancó por completo la espina que tenía clavada…en ese momento miras alrededor y ves unos músicos inmejorables, un director emocionado que te agradece el trabajo que has realizado (en ese momento ni siquiera una palabra pudo salir de mi boca, tan sólo un abrazo con el que explicar lo que en ese momento sentía), personas que se entregan en cada momento en su sueño...en ese momento, en cada aplauso, en cada nota, en las miradas de la gente...en sus palabras...es cuando me vino a la memoria las palabras de un gran compañero de mi antigua banda: "Cuando estés en la cima acuérdate de mi"...ahora sí, te puedo decir que conseguí emocionarme, pues disfrutaba con lo que estaba haciendo y la gente de mi alrededor también, quizás no todos piensen que es la mejor banda, pero con orgullo digo que sí que he alcanzado la cima: mi cima...allí como dijo un gran director "SE HIZO MÚSICA"...y viví música...un sueño hecho realidad…
Tras ello una comida como la que nunca pude pasar, con muchas risas, con su brindis, su “jamón”…
Por ello doy gracias a todos los componentes de la banda por darme esta oportunidad, gracias a mis antiguos compañeros que aunque no estén presentes sé que me apoyan, a los que no me abandonaron nunca y sobre todo gracias a mi novio que creíste y crees en mí siempre...
Lourdes Rus García
Clarinete